Los Tigres
- Young Critic

- hace 2 días
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El nuevo thriller de Alberto Rodríguez es su mejor trabajo en años

El cine negro tuvo su apogeo a mediados del siglo XX, y vivió un breve resurgir en los años setenta con la oleada antisistema de jóvenes cineastas independientes, que nos dejó quizá la película más definitoria del género: Chinatown(1974). Desde entonces, el noir ha ido quedando al margen. Sin embargo, en España, el director andaluz Alberto Rodríguez ha mantenido vivo el género con una mezcla de crudeza y minimalismo. Su nueva película, Los Tigres (2025), es su mejor trabajo desde La isla mínima (2014).
Los Tigres sigue a los hermanos Antonio (Antonio de la Torre) y Estrella (Bárbara Lennie), veteranos buzos que trabajan en el puerto petroquímico de Huelva. Durante las inspecciones rutinarias de los barcos atracados o en repostaje, Antonio ha aprendido a identificar los buques que transportan droga oculta en sus cascos. Hasta ahora siempre ha mirado hacia otro lado, pero cuando la falta de dinero y un problema de salud amenazan con impedirle ver a sus dos hijas, los hermanos deciden arriesgarse a enfrentarse al mundo del narcotráfico para quedarse con parte de la mercancía.
Rodríguez imprime su característico realismo seco y contenido, de tono sombrío pero salpicado de humor andaluz. Ese equilibrio entre crudeza y calidez aporta una dimensión humana al relato y vuelve entrañable al grupo de buzos de mantenimiento. Pero es en la relación fraternal donde el director logra su mayor recompensa emocional. Rodríguez y su coguionista habitual, Rafael Cobos, han centrado la mayoría de sus películas en dúos —por lo general masculinos y compañeros de trabajo—, y la introducción de un personaje femenino como Estrella, unido al vínculo de sangre, le permite explorar la lealtad incondicional desde una nueva perspectiva.
Tuve el placer de trabajar en uno de los rodajes de Rodríguez, como becario en El hombre de las mil caras (2016). Allí pude comprobar su manera de moldear el tono y el estilo. Su indicación más repetida a los actores era: “más pequeño”. Esa contención se percibe también en Los Tigres, donde la narración y las relaciones se rigen más por los gestos y los silencios que por las grandes acciones o discursos. De hecho, la película utiliza un lenguaje cinematográfico tan visual y no verbal que uno podría seguir la historia con el sonido apagado; los diálogos funcionan casi como ruido ambiental.
Rodríguez se impone además el reto de situar la mayoría de la acción y la tensión bajo el agua. Con el director de fotografía Pau Esteve Birba, Los Tigres ofrece un espectáculo visual asombroso, capaz de transmitir tanto la inmensidad del mar como la claustrofobia que produce. Es en esas profundidades donde Rodríguez y Esteve Birba juegan mejor con la luz y el suspense, construyendo algunas de las secuencias más silenciosas y angustiosas del filme.
Los Tigres funciona perfectamente como thriller criminal, pero su núcleo es la relación entre Antonio y Estrella, interpretada con una belleza contenida por De la Torre y Lennie. De la Torre, uno de los actores más versátiles y sólidos del cine español, brilla como el rudo pero entrañable Antonio, mostrando con sutileza el deterioro físico y la desesperación que lo corroen. Lennie, en un papel menos vistoso, ofrece una de las mejores interpretaciones de su carrera: su Estrella es una tormenta contenida de amor, arrepentimiento y deseo que nunca estalla, pero cuya intensidad se adivina bajo la superficie. Rodríguez utiliza magistralmente su minimalismo para mostrar el amor incondicional entre los hermanos no a través de grandes gestos, sino de pequeños detalles: una Estrella que baja el parasol del coche al ver a su hermano dormido en el asiento del copiloto, o un plano sostenido de sus manos entrelazadas en un momento de miedo.
En definitiva, Los Tigres es otro thriller absorbente de Rodríguez, y quizá el más emotivo de su filmografía. El desenlace se desborda un poco, acumulando obstáculos y giros hasta rozar lo inverosímil, pero eso no resta fuerza emocional ni tensión a la historia. Los Tigres confirma que Alberto Rodríguez sigue siendo uno de los pocos directores capaces de crear noirs intensos, contenidos y profundamente humanos en el cine contemporáneo.
8.1/10








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